jueves, 20 de septiembre de 2007

Expresiones Habituales (Entrada3)

EXPRESIONES HABITUALES



Y Torear a alguien

Y Coger el toro por los cuernos

Y Ponerse bravo/a

Y Saltarse algo a la torera

Y Echarse, o ponerse, el mundo por montera

Y ¡Ciertos son los toros!

Y Echar un capote (a alguien)

Y ¡Al toro!, ¡Suerte y al toro!

Y Atarse, o apretarse, bien los machos

Y Hacer novillos

Y Tirarse al ruedo

Y Meterse (o que te metan) en un embolao

Y Bregar

Y Andar o estar boyante

Y Llegar al último toro

Y Cambiar de tercio

Y Cortarse la coleta

Y ¡Torero!¡Torero! (como aclamación)

Y Farolear, tirarse o marcarse un farol

Y Dar largas a alguien

Y Hacer algo al alimón

Y Estar al quite

Y Escurrir el bulto

Y Puya (clavar o meter puya), meter un puyazo

Y Crecerse en el castigo

Y Tener querencia, quedarse en la querencia

Y Tener buena mano izquierda

Y Pinchar el hueso

Y Darle a alguien o a algo la puntilla, apuntillar

Y Dejar a alguien, o estar, para el arrastre

Y Hacer algo a toro pasado

Y Salir por la puerta grande

Y Hacerle a alguien una faena

Y ¡Qué me coge el toro!

Y ¡Ciertos son los toros!

Y Capear el temporal

Y Tener peores intenciones que un Miura

Y ¡Que par de pitones!, estar bien puesta de pitones

Y Dar la alternativa

Y Entrar a matar

Y Estar enchiquerado

Y Estar un sitio hasta la bandera

Y Un mano a mano

Y Tener más valor que el Guerra

Y ¡Menudo viaje!

Y Nuevo en la plaza

Y Pasar por alto

Y ¡Que Dios reparta suerte!

Y ¡Qué afición!

Y Rematar la faena

Y Salir por pies, o por piernas

Y Sortear un peligro

Y Ver los toros desde la barrera

Y ¡Vete al cuerno!

Y Es manso pero topa

Y Ya está el toro en la plaza

Y Mirar al tendido

Y Poner un par de banderillas

Y División de opiniones

Y Cerrar la salida

Y El tendido se alborota
¡Ánimo y al toro!

Expresión de aliento para ir directamente al fondo del asunto.

Y Coger el toro

También pillar. Ser derrotado o superado por las circunstancias.

Y Conocer el percal

El percal o percalina es el capote, normalmente hecho en esa tela. Conocer el percal es, por lo tanto, saber manejar el capote, sacarle partido. Fuera de los ámbitos taurinos conocer el percal se dice de la persona que sabe de lo que habla, que conoce lo que tiene entre manos. Se dice también del que maneja los hilos de un asunto y sabe por dónde se mueven las cosas. Para estos usos no taurinos se dice también «conocer el paño y conocer el género en alusión a la tela con que los sastres cortaban a sus clientes el vestido, y que era necesario conocer bien para no recibir gato por liebre»

Y Dar la puntilla

Rematar a alguien; terminar de destruir algo o al alguien. Proviene de la operación de rematar al toro una vez que este ha doblado.

Y Dejar a alguien en las astas del toro

Abandonarlo en un peligro.

Y Echar [a alguien] al toro

También soltar. Acorralarlo con acusaciones o recriminaciones.

Y Echar [a alguien] un capote

Prestar ayuda a alguien, tenderle la mano en el momento comprometido, de la misma manera que se hace en el mundo de los toros cuando hay riesgo de cogida.

Y Estar para el arrastre

Estar en baja forma tanto moral como físicamente. Tomado del arrastre por las mulillas una vez que el toro ha doblado y ha sido apuntillado.

Y Encarador como toro tuerto

Del refranero criollo argentino.

Y Ir directamente al toro

Agarrar al toro por los cuernos

Y Saltarse a la torera

No hacer ni caso de las normas. Proviene del salto que por encima de la barrera dan a menudo los toreros para ponerse a salvo del toro.

Y Tener más cuernos que un miura

Puede emplearse tanto para expresar peligro como para referirse al marido al que su mujer le es infiel.

Y Tener mano izquierda

La expresión tener mano izquierda viene del mundo del toro.
Ahí significó —y significa— simplemente saber torear al natural, esto es, de modo regular, pues torear con la mano derecha es arte menor.

En 1796, aparece en Cádiz un libro titulado La Tauromaquia o Arte de torear, del que se declara autor —con seguridad no lo es, porque apenas sabía firmar— José Delgado Guerra, alias Pepe-Hillo. Nada menos. Es un tratado de preceptiva taurina, que se muestra tajante:

La muleta debe tomarla el diestro con la mano izquierda; para la suerte la pone al lado del cuerpo, y siempre cuadrada; y situado en el terreno del toro, lo insta para partir, y lo recibe en dicha muleta al modo de la suerte de capa al pase regular.

Lo demás son ayudados, pases irregulares dados con la muleta prendida con la mano derecha y, por tanto, despreciables y sin valor.
Han pasado más de doscientos años. La idea permanece: hoy, en cualquier tertulia taurina se oye que para triunfar en el arte de Cúchares se puede ser de derechas, pero hay que tener mano izquierda, porque la izquierda —la de citar de frente, la de citar con valor— es la que trae la fama y los dineros. Es el drama de Rivera Ordóñez.
A partir de aquí interviene el genio de la lengua, el duende que consigue que combinaciones léxicas propias de jergas especializadas, como lo es la taurina, pasen a la lengua general con un sentido figurado y metafórico completamente distinto de aquél con que nacieron.
Dije y mantengo que en el mundo del toro, tener mano izquierda sigue siendo saber torear al natural; en el lenguaje coloquial, asombrosamente, vale por tener astucia o habilidad para manejarse.
El caso no es ni mucho menos único. En el propio entorno taurino, ver los toros desde la barrera es analizar las características de los morlacos protegido tras el burladero; en lenguaje coloquial es expresión idiomática —muy idiomática, diría yo— equivalente a observar cierto acontecimiento con la tranquilidad del que es extraño a él o puede desentenderse de él. Coger el toro por los cuernos es taurinamente hablando feo recurso del que se vale el matador para desviar la inminente tarascada de la res; en lenguaje común la frase se sublima para acabar significando enfrentarse con decisión a una dificultad. ¡Tiene tela!

Otro tanto puede decirse de salir a la arena, tener casta, hacer un quite, tener vergüenza torera, frases todas ellas con un significado metafórico mucho más noble que el original que tuvieron y conservan en el mundo del que provienen.
Aunque tal vez con menos frecuencia, el fenómeno que señalo se produce también en otros campos. En el del deporte, en el de los juegos, en el de la matemática, en el de la aviación... Un ejemplo procedente del ámbito musical: coger la batuta; del puro acto material de tomar entre las manos un palo delgado y corto para marcar el compás a dirigir una corporación o conjunto de personas, determinando lo que se ha de hacer o la conducta que se debe seguir va un trecho; sólo explicable por los milagros que obra la lengua libremente hablada y transmitida.

Y Tirarse al ruedo

También saltar o lanzarse al ruedo. Significa encarar un asunto importante, decidirse a participar ante un grupo de personas. Proviene la expresión de las acciones de los espontáneos que se lanzan al ruedo para emular las hazañas de las grandes figuras.



Y Tener más peligro que un miura

Aplicable normalmente a una persona peligrosa por sus acciones.

Y Ver los toros desde la barrera

Se dice también desde el balcón, desde la talanquera... Significa participar en los acontecimientos desde fuera, sin emplicarse directamente. Hay varios refranes que expresan lo mismo.

Y Vestirse de luces

Ponerse elegante. Pero no solo el torero se pone elegante para ir a los toros.







© 2003-2005 María del Carmen Ugarte. Puede copiarse, distribuirse o modificarse bajo los términos de la GNU Free Documentation License, version 1.1

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